El final original de 'American History X' que Edward Norton se negó a rodar y que hubiera cambiado totalmente la historia (2024)

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"Hacer mi primera película, 'American History X', hubiese sido motivo de celebración de no haber estado preocupado por destruirme a mí mismo, mi carrera y mis posibilidades de volver a trabajar en Hollywood", contaba el cineasta Tony Kaye en un personal artículo en The Guardian. "Pensaba que estaba defendiendo las viejas tradiciones de la industria del cine: pavonearme, pelearme con los estudios y ser la mosca cojonera de todos".

Antes de que el director decidiese ponerse en contra a Edward Norton, New Line Cinema y media industria, Kaye había destacado gracias a la realización de premiados anuncios para televisión y exitosos videoclips, como 'What God Wants' de Roger Waters, 'Unexpected' de Dunlop y 'Runaway Train' de Soul Asylum. Hollywood buscaba narradores con voz propia y ganas de destacar en la dirección artística y el inglés encajaba, pero no contaba con la legendaria manía de la meca del cine de obviar las ideas de los creadores de contrata en su constante lucha de despachos.

"Cuando New Line me envió el guion, la historia sobre la relación entre un neonazi y su influenciable hermano pequeño tenía muchos defectos. Pensé que podría maniobrar e inventar cosas, improvisar y mejorar lo que me habían dado", recuerda sobre el libreto firmado por David McKenna. "Una ventaja de contar con Edward era que teníamos una visión compartida de cómo mejorar el guion. Al contratarle, en realidad estaba comprando a otro guionista".

Edward Norton se acaba de dar a conocer con su increíble rol en 'Las dos caras de la verdad' (Gregory Hoblit, 1996). Además de pequeños papeles en 'El escándalo de Larry Flynt' (Milos Forman, 1996) y 'Todos dicen I love you' (Woody Allen, 1996), la filmografía de Norton era un prometedor lienzo en blanco al que parecía interesante añadir esta polémica historia de violencia. Pero si contratas a una estrella en ciernes no solo estás mejorando las posibilidades de visibilidad de tu película, sino que se la estás cediendo a alguien con ansias de fama.

"Yo había hecho una película intensa y rápida de 95 minutos, un diamante en bruto", recuerda Kaye sobre su corte de 'American History X', una película que, finalmente, se estrenó con un montaje de 119 minutos. "La versión que hicieron ellos estaba plagada de escenas en las que todos lloraban en los brazos de otros. Y, por supuesto, Edward Norton se había dado generosamente más tiempo en pantalla a sí mismo".

El realizador, desesperado ante los cambios de guion que se alejaban de los suyos, quiso abandonar el proyecto en repetidas ocasiones y, según se cuenta, a punto estuvo de llegar a las manos con Norton durante el rodaje. Parte fundamental del problema fue su desencuentro sobre el final de la película, un cierre que, en su versión, hablaba del continuo ciclo de violencia en el que vivimos, un circuito cerrado en el que los valores más perversos del ser humano vuelven a florecer por muy enterrados que los creyésemos.

En aquella versión del final, cuando se informa del asesinato por venganza de Danny (Edward Furlong), la escena terminaba mostrándonos a un Derek (Norton) recién rapado en el baño, sonriendo como la noche en la que su vida cambió para siempre, dispuesto a convertirse de nuevo en un violento despojo humano tras una noticia que le sirve de excusa pese a ser responsable directo de lo ocurrido.

Esto, claro, eliminaba cualquier redención posible dentro de la película y convertía al desagradable neonazi interpretado por Norton en un ser todavía más abyecto. El actor no lo vio claro y, apoyado por la productora, ideó el final que vemos en 'American History X' (disponible en Prime Video y en Movistar Plus+), una escena en la que Derek descubre a Danny asesinado para terminar llorando con el cadáver de su hermano en brazos. El epílogo, que habla de la reconciliación y el rechazo a una vida regida por el odio, fue la guinda que hizo que el realizador tomase acciones legales.

Tony Kaye intentó que se eliminara su propio nombre de los créditos, pero infringió una norma del Sindicato de Directores de América que establece que los directores que utilizan seudónimos (como el famoso "Alan Smithee") no deben hablar de por qué se les ha eliminado, algo que el realizador ya había hecho en diferentes medios. Kaye, que quería firmar como "Humpty Dumpty", demandó al sindicato y a New Line Cinema por más de 200 millones de dólares afirmando que la norma del DGA violaba sus derechos.

"Por ridículo que suene ahora, estaba siendo honesto, muy sincero", recuerda sobre aquella época. "Ahora soy mucho más feliz. No me preocupa ser un completo fracaso como cineasta. Me he enfrentado a esa posibilidad y no me asusta. Ahora disfruto siendo un humilde idiota, y hay rumores de que mi salida de la cárcel de Hollywood es inminente. Incluso he vuelto a tener reuniones en New Line. Lo único que puedo asegurar es que estoy reformado".

Tras aquella batalla, Kaye volvió a la publicidad y a los videoclips, dirigiendo algunas joyas como el de 'Dani California' de Red Hot Chili Peppers y el 'God's Gonna Cut You Down' de Johnny Cash, con el que ganó un premio Grammy. Además del documental sobre el aborto 'Lago de fuego (Lake of Fire)' (2006), regresó a la ficción en 2009 con 'Black Water Transit' y en 2011 con la interesante 'El profesor (Detachment)', disponible en Filmin.